Importancia del e-commerce
El e-commerce se ha convertido en una herramienta clave para permitir a las pymes su transformación digital y con ello, su modernización y adaptación tanto a los nuevos hábitos de consumo como a la nueva realidad.
Según el estudio e-commerce 2020 de Iab Spain, 7 de cada 10 internautas compran online con una frecuencia de compra de 3,5 veces al mes y con un gasto medio de 68 euros por compra.
Los principales factores que impulsan al internauta a comprar son en especial, la oferta y variedad de productos, la conveniencia y el precio. Otros aspectos destacados son la variedad de métodos de pago y la reducción de los tiempos de entrega.
Con el estudio anual de e-commerce 2021 de IEBS School, extraemos de conclusión que de los e-commerce españoles, el 87% asegura que su facturación ha aumentado y, realizando un balance de las previsiones para 2021, el 76,1% tiene previsto facturar más.
El comercio electrónico supera en España los 12.800 millones de euros en el tercer trimestre de 2020, un 2,5% más que el año anterior, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Con estos datos se demuestra que el e-commerce está en auge y es un aliado perfecto para las pymes, suponiendo una gran oportunidad para que se adapten, y puedan expandirse y darse a conocer de manera global.
Sin embargo, en este contexto con frecuencia, se observa cierta resistencia al cambio en las organizaciones, la cual ralentiza y, en ocasiones, impide que las mismas se adapten a esta realidad a un ritmo adecuado. Es por ello que cada vez es más necesaria la adopción paulatina de acciones que favorezcan la incorporación de tecnologías digitales en los empleados.
Barreras internas
Dentro de estas dificultades que pueden aparecer, podemos encontrar la falta de comunicación entre los colaboradores que pueden ocasionar desajustes en la elaboración de tareas. Durante todo el proceso de digitalización, en ocasiones, aparecen barreras internas que dificultan la transformación. Por eso, es de vital importancia introducir nuevas acciones y dinámicas de trabajo, tales como el uso de herramientas tecnológicas colaborativas y crear espacios abiertos para dar y obtener feedback. Estas incorporaciones fomentarán e impulsarán la comunicación interna de forma ágil entre los miembros de los equipos, mejorando la productividad, la eficacia y la motivación de los equipos.
La carencia de recursos y dificultades a la hora de llevar a cabo el proceso de digitalización es otro de los problemas comunes dentro de las organizaciones.
Es posible que parte del equipo no entienda correctamente la decisión del cambio y el inicio del proceso de digitalización, pudiendo ocasionar conflictos internos.
Además, es conveniente que el cambio se produzca gradualmente involucrando a todas las partes interesadas, articulando claramente los beneficios y las razones de la iniciativa y así poder mitigar la resistencia al cambio.
Por último, es aconsejable tener establecidos short term wins (o metas a corto plazo) que nos permitan ir viendo el progreso de la transformación a lo largo del tiempo. Esto nos permitirá poder equilibrar las expectativas de los profesionales y del conjunto de la organización al mostrar qué es lo que estamos obteniendo y la recompensa que conlleva seguir con el cambio.
Barreras humanas
Si bien los ejecutivos de las grandes compañías a menudo abordan con sus equipos los planes de transformación y analizan las hojas de ruta para la implementación de tecnología, las barreras humanas para la transformación siguen sin abordarse en gran medida.
Una de las barreras humanas que pueden aparecer es la inercia de los colaboradores a no realizar cambios dentro de la empresa. Por tanto, es necesario comunicar a los empleados que el éxito actual no es garantía de éxito futuro y deberán proporcionar razones claramente articuladas para que la transformación sea una visión aspiracional de futuro. Además de contar con una estrategia de comunicación que les informe de todos los avances del proceso de transformación digital, es importante hacer partícipes del proceso a los profesionales para que lo sientan suyo y entiendan que es un cambio hecho por y para ellos.
Otro de los obstáculos que pueden surgir es la duda de los empleados de la posibilidad de que el cambio se lleve a cabo. Son personas que no creen que sus líderes sean capaces de implementar tales cambios. En este sentido, la figura del líder es fundamental para generar un ambiente favorable al cambio con el fin de liderar desde el ejemplo y hacer que el conjunto de su equipo esté convencido de la importancia del cambio promoviéndolo e impulsándolo. De esta forma, desde la gestión del cambio, se considera relevante capacitar a los líderes en herramientas y habilidades que les permitan liderar desde el ejemplo, motivando e inspirando a sus equipos.
Retos
Como hemos explicado, la transformación al e-commerce forma farte de la hoja de ruta de transformación digital de las organizaciones. En este contexto, Forrester señala algunos de los desafíos que deben enfrentar los ejecutivos a la hora afrontar el reto de la transformación digital.
- Estar al frente en el cambio en las necesidades del consumidor, del negocio y de los empleados.
- Impulsar tu equipo tecnológico en una estrategia que guíe el crecimiento del negocio.
- Incrementar la presión en la rapidez de las entregas mientras se mantiene la seguridad, la efectividad en costes y la estabilidad operacional.
- Obtener presupuesto para implementar la tecnología y el proceso de innovación.
- Adquirir, desarrollar y mantener el talento.
En base a esto, algunos de los factores más relevantes a la hora de implementar el proceso de transformación digital de manera exitosa en las compañías son:
- Contar con empleados en las altas direcciones adecuados y expertos en algún ámbito de digitalización.
- Desarrollar habilidades digitales en sus colaboradores para una mejor gestión de la compañía en un futuro.
- Dar las herramientas necesarias a los empleados para que trabajen con las nuevas metodologías.
- Actualizar las herramientas que utiliza el equipo en el día a día para que puedan realizar las tareas de una forma óptima.
- Llevar una comunicación frecuente a través de métodos digitales.
- Incrementar las relaciones interpersonales de los profesionales a partir de dinámicas organizativas que fomenten el sentimiento de equipo y de pertenencia.
- Promover talleres y formaciones sobre transformación digital para que la plantilla adquiera las aptitudes necesarias.