¿Te suena el término API? Si no es el caso, no te preocupes. Cuando termines de leer este post sabrás qué es una API y cómo te puede ayudar con la integración y el desarrollo de tu negocio. ¿Comenzamos?
Las siglas API provienen de su nombre en inglés Application Programming Interface, que en español significa interfaz de programación de aplicaciones.
Y, una API en sí, es una tecnología muy importante para el funcionamiento de webs y apps. Por lo que conocer sus funciones y aplicaciones puede ser útil para tu e-commerce. ¡Te las explicamos aquí!
¿Qué es una API?
Según la empresa IBM, una API es un conjunto de reglas que definen cómo las aplicaciones o los dispositivos pueden conectarse y comunicarse entre sí. En otras palabras, las API son códigos que funcionan como mecanismos para que softwares y aplicaciones web se hablen entre sí e intercambien una serie de datos e informaciones.
Estas herramientas pueden extraer formatos predefinidos, información de una base de datos o partes de un programa a otro. Por ejemplo, para poder conectar una plataforma de pago con tu e-commerce y que tus clientes puedan hacer sus compras online, es necesario el uso de una API.
¿Para qué sirve una API?
Las API sirven para diversos propósitos: financieros, sociales o administrativos. En tu e-commerce puedes utilizarlas para:
- Ampliar la funcionalidad de las aplicaciones web recogiendo datos de fuentes externas.
- Aprovechar los códigos existentes sin tener que reescribir todo el código de un software o aplicación.
- Iniciar sesión a una aplicación de tu cuenta de correo electrónico o en redes sociales.
- Realizar una copia de seguridad automáticamente en la nube.
- Sincronizar automáticamente de la hora y fecha de los dispositivos electrónicos.
- Automatización de sistemas.
- Notificaciones en la PC desde una aplicación.
¿Cómo funciona un API?
Como hemos mencionado anteriormente, las API pueden ser una tecnología eficiente para recabar información de una herramienta digital a otra. Son una solución que permite contar con funcionalidades extendidas de un software y así permite satisfacer las distintas necesidades de los usuarios.
En este contexto, para que una API funcione, tienen que ocurrir tres pasos: la llamada, la intermediación y la ejecución. Te los contamos a continuación.
- La llamada
Este paso ocurre cuando un programador o un usuario le indica a un sistema de ejecución de software que tiene que extraer una información de otra parte del mismo programa o de una herramienta adicional para poder integrarla al sistema. Todo esto ocurre a través de un código.
Un ejemplo de esto podría ser cuando entras a la aplicación de tu banco y quieres buscar el cajero más cercano. Al buscar cerca de tu ubicación, el sistema hace un llamado para mostrar la información que estás buscando.
- La intermediación
Luego se lleva a cabo el proceso de intermediación, mediante el cual se extrae la información solicitada y se incorpora dentro del código del nuevo programa.
Para seguir con el ejemplo, el sistema deberá realizar la solicitud y la extracción de los datos de la ubicación de los cajeros automáticos.
- La aplicación
Una vez que el programa recibe la información solicitada el programa debe ser capaz de ejecutarla.
En nuestro ejemplo, es cuando la aplicación del banco integra los datos a la interfaz, que ya ha extraído previamente con ayuda de la API.
¿Cuáles son los diferentes tipos de API?
Las API se pueden clasificar tanto por su uso, como por su arquitectura. Por su uso tendríamos:
- Privadas: se utilizan internamente y dentro de las aplicaciones de una empresa
- De socios: solo pueden acceder a ellas usuarios autorizados.
- Públicas: cualquier persona las puede utilizar.
- Compuestas: se componen por dos o más API para afrontar requisitos complejos del sistema.
Ahora, veamos las API según su arquitectura:
- API de REST
Su nombre viene de la abreviación de Representational State Transfer, que en español significa Transferencia del Estado de Representación y una de sus principales características es la facilidad de comunicación que aporta hacia otras aplicaciones. Permite agregar funcionalidades o información de una forma simple, rápida y segura. Una particularidad de este tipo de API es que solo responden a las solicitudes en lenguaje HTTP (Protocolo de Transferencia de Hipertexto).
- API de SOAP
Las API de SOAP eran muy populares en el pasado. Usan el protocolo simple de acceso a objetos y no son muy flexibles. Consisten en una serie de pautas que permiten acceder a información básica de programa a programa y puede utilizar cualquier protocolo de comunicación.
También existen otro tipo de API como la API de WebSocket o la API o la API RPC, que tienen funciones más específicas.
Aunque puedan parecer un tipo de tecnología muy técnica, las API se adaptan a las diferentes necesidades de los desarrolladores, por lo que son altamente flexibles. Pero como cualquier tecnología, las API deben de ser protegidos por medio de una autenticación y una supervisión adecuada.
Artículo publicado en Acelera Pyme