La pandemia Covid-19 ha supuesto una aceleración en la revolución digital, obligando a las empresas y a los ciudadanos a adaptarse a esta nueva sociedad 100% digital. Sin embargo, este proceso ha agrandado la brecha digital. En efecto, en España, casi la mitad de la población carece de competencias digitales. Esto resalta la importancia de las competencias digitales como herramientas básicas y necesarias para potencial el tejido empresarial a través de profesionales con talento y capacidades adecuadas a la nuevas exigencias del mercado laboral. Para afrontar este reto, España cuenta con España Digital 2026 y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, los cuales plantean una serie de medidas y acciones ambiciosas para avanzar en este ámbito.
Según se detalla en el propio portal del sistema educativo Español, la competencia digital es “aquella que implica el uso creativo, crítico y seguro de las tecnologías de la información y la comunicación para alcanzar los objetivos relacionados con el trabajo, la empleabilidad, el aprendizaje, el uso del tiempo libre, la inclusión y participación en la sociedad”. A la par de este concepto se encuentra el de madurez digital, el cual está relacionado con la propia organización. Pero el punto de partida de ambos es la transformación digital. Y aunque hoy en día muchas organizaciones ya están abarcando el proceso de transformación digital, no todas usan tecnologías ni crean nuevos modelos de negocios basados en ellas.
Las competencias digitales son fundamentales para que las pymes sigan creciendo y evolucionando, especialmente al principio. Existen cuatro grandes dimensiones de cada competencia digital de los usuarios, aplicable a las pymes: conocimiento, habilidad, uso y actitud. Contar con este enfoque permitirá a una pyme identificar donde se encuentran los “gaps” en la competencia digital para así actuar adecuadamente, así como la explotación de datos, el análisis de información y la extracción de conclusiones.
De cara a realizar la medición de las competencias conviene realizar dos tipos de pruebas distintas para garantizar la fiabilidad de los resultados de la evaluación: la autoevaluación y la evaluación de las competencias digitales. Existen otras herramientas como la gamificación, que tiene como objetivo mejorar la experiencia y aumentar la motivación y la satisfacción del usuario.
En resumidas cuentas, tras evidenciarse la brecha digital existente de los ciudadanos y empresas, ha quedado de manifiesto la necesidad de mejorar las capacidades digitales de la sociedad. Debido a esto, las Administraciones Públicas, tanto a nivel europeo como a nivel nacional, están impulsando distintas iniciativas y desarrollando distintos marcos de referencia para el desarrollo de las competencias digitales.
Competencias digitales, herramientas clave para tu pyme
