Del extenso informe que han realizado Lantern e IRI sobre el estado del sector del gran consumoespañol hay un dato que es digno de remarcar: cae el número de fabricantes que percibe un impacto negativo o muy negativo en sus ventas. Si bien el porcentaje de este sentimiento sigue siendo alto (47% en 2020 y 41% en 2021), “se vislumbra cierta esperanza”, como señalan Jaime Martín, socio fundador y CEO de Lantern, y Cristina García, directora de Marketing de IRI. Ambas consultoras han indagado sobre la situación de la innovación en gran consumo en la industria de la alimentación y bebidas en España.
“Detectamos que las compañías están haciendo un esfuerzo interno por innovar”, resalta Jaime Martín, que avisa de que “si el motor de la innovación se para corres el riesgo de quedarte fuera”. El estudio de Lantern e IRI ha contado con la opinión de CEOs y CMOs de 56 fabricantes y 12 retailers líderes en España en un claro empeño por analizar la realidad del gran consumo desde perspectivas diferentes.
La cadena del sector es complementaria pero diferente al mismo tiempo. En el triángulo, conviven los fabricantes, los distribuidores y los consumidores, estos últimos, como apunta Cristina García, “son los que verdaderamente están saliendo beneficiados de la actual situación”. De hecho, la paradoja se ha apropiado del gran consumo español debido al COVID-19. El poder adquisitivo de la sociedad ha bajado –el 25% de las familias españolas perdió al menos uno de cada cuatro euros de sus ingresos en 2020, según la OCU–, pero la innovación que están abordando las empresas permite al consumidor salir reforzado. “Esto se debe a la personalización del sector, que cada vez hace ofertas menos generales y llega a más personas”, argumenta García.
A pesar del actual contexto de dificultades, la responsable se muestra contraria a las promociones masivas. “Bajar precios no siempre genera más ingresos. Los consumidores están más polarizados y con los bolsillos mermados, por eso innovar en todos los procesos es vital para la supervivencia de las empresas. El reto está en hacer que el consumidor descubra esas innovaciones que se están produciendo, pero que no siempre se comunican bien”, reflexiona García.
Según el estudio de Lantern e IRI, la mayoría de los fabricantes y los retailers consideran que el consumo no se va a disparar una vez la pandemia esté bajo control. Por eso Martín sostiene que “crecer en el día a día es prioritario para las compañías, pero no hay que olvidar las estrategias a largo plazo”.
La innovación es una prioridad absoluta para la mayoría de los fabricantes de alimentación y bebidas, pero un 29% confiesa no tener recursos para llevarla a cabo. Según los datos recogidos por ambas consultoras, para la mayoría de los fabricantes el éxito de estos procesos de innovación pasa por la incorporación del consumidor y la colaboración con distribuidores. En este escenario, el factor sostenibilidad gana terreno. “La economía circular debe estar desde el inicio a la hora de generar nuevos productos”, afirma Martín. La prioridad es innovar en envases sostenibles, pero también existe una fuerte apuesta por la revalorización de residuos.
La sostenibilidad irá ligada a alimentos más saludables. Los distribuidores y los fabricantes coinciden en que habrá un mayor consumo de productos más frescos y saludables una vez ceda la pandemia y se alcance la normalidad. “El gasto en gran consumo no se disparará este año”, insiste Cristina García, aunque destaca que la crisis del coronavirus ha abierto nuevas ventanas de oportunidades. “La salud, la sostenibilidad y el canal online son algunas tendencias futuras”, zanja.
Artículo publicado en Innovaspain