El policarbonato, mejor conocido por su acrónimo PC, es un material conocido en el mercado de la impresión 3D por su resistencia al impacto y transparencia. Es un termoplástico ligero y resistente, ideal para una gran cantidad de aplicaciones profesionales. A diferencia del PLA o PETG que requieren temperaturas de extrusión y de bandeja bastante altas, el policarbonato en la impresión 3D permite producir piezas complejas que resisten bien el calor en máquinas de deposición fundida.
Seguro que has oído hablar del plástico de policarbonato, debido a los debates que se generaron en torno a la fabricación de biberones de plástico: este plástico puede liberar partículas de bisfenol A, peligroso para la salud. De hecho, en Francia estos artículos han sido retirados del mercado. Si observamos de manera más general el proceso de fabricación del PC, se obtiene principalmente por policondensación, aquí de bisfenol A y fosgeno. Suele ser utilizado en la producción de cascos de moto o en los cristales a prueba de balas, debido a su gran resistencia al impacto. Además también se usa mucho en la fabricación de gafas ópticas, gracias a su transparencia.
Pieza impresa en 3D con policarbonato
Las características del policarbonato en impresión 3D
Como puedes ver, el PC es muy popular en el sector de fabricación aditiva, debido a sus características básicas. Además, tiene una densidad mucho menor que el vidrio, lo que lo hace particularmente interesante para diseñar piezas ópticas, pantallas protectoras o incluso objetos decorativos. El filamento de policarbonato puede soportar temperaturas desde -150°C hasta 140°C, lo que aumenta el número de posibles aplicaciones.
Sin embargo, debemos tener cuidado porque el policarbonato tiene algunos límites: es un termoplástico higroscópico, es decir, absorbe la humedad del aire. Por lo tanto, si no se almacena en un ambiente seco, tenderá a hincharse, causando problemas de extrusión. También es muy sensible a los rayos UV y a la hidrólisis, por lo que no se permite su utilización en aplicaciones al exterior. Finalmente, el filamento de policarbonato presenta algunas dificultades en términos de adhesión a la bandeja: como su temperatura de impresión es alta, tenderá a despegarse de la bandeja (fenómeno de deformación). Una dificultad que también encontramos con el plástico ABS, entre otros.
Conducto impreso en 3D con PC | Créditos: Airwolf3D
Por lo tanto, es necesario tener una placa calefactora: la mayoría de los fabricantes recomiendan una temperatura entre 80°C y 120°C. En cuanto a la temperatura de extrusión, también debe ser alta (entre 260°C y 310°C). Por último, se recomienda encarecidamente que para su utilización se tenga una habitación cerrada.
Competencia en el mercado
La mayoría de los fabricantes de filamentos 3D ofrecen policarbonato en su gama, como es el caso de Nanovia, 3DXTech, Polymaker, Kimya, etc. También, fabricantes de máquinas como Raise3D o Stratasys ofrecen PC-ABS, que combina la resistencia del policarbonato con la flexibilidad de ABS. El precio de un carrete varía según la marca y la cantidad elegida, pero suele costar entre 30 € y 60 € por 750 gramos.
Muchos fabricantes han integrado filamentos de policarbonato en su gama.
El PC se puede reforzar con fibras, ya sea de carbono o vidrio, por ejemplo, para aumentar la resistencia del material y al mismo tiempo darle más ligereza. No es una práctica tan común como con ABS o PLA, pero es bastante posible desde un punto de vista químico. La adición de fibras, por supuesto, aumentará el precio de un carrete.
Artículo publicado en 3dnatives.com